Little Known Facts About bahai en españa.

Solo en circunstancias muy raras cuando haya surgido algo entre la pareja “que los impulse a separarse por AVERSION del uno hacia el otro,” 107 puede ser necesario tomar otro paso. Entonces, después de haber investigado el caso, haberse esforzado por reconciliar a los esposos y haber desafortunadamente fracasado en este esfuerzo, la Asamblea fija una fecha para principiar un año de paciencia. Durante este año los dos cónyuges deben vivir separados en diferentes casas y sin tener relaciones sexuales entre sí a la vez que siguen buscando la forma de resolver sus diferencias.

“La misma prueba viene otra vez en mayor grado hasta que sea demostrado que una debilidad anterior se ha convertido en un punto fuerte, y que el poder para vencer la maldad ha sido establecido.” 89

Por lo tanto, en estas ocasiones es recomendable que cada uno ore y medite en pasajes de las Escrituras Bahá’ís hasta que se sienta consciente de sus propios errores y realmente desee comprender y reconciliarse con su cónyuge, sin reclamarle o buscar imponerle su voluntad. Después, con calma y respeto mutuo pueden tratar de aclarar la situación y buscar una solución al problema que sea realmente aceptable para los dos.

Además, es muy valioso darse cuenta de la vida common de la persona y la forma de ser de sus padres, ya que muchas veces uno inconscientemente toma a sus padres como modelos para su propio matrimonio. Basándose en los papeles que cada uno de ellos desempeña en su matrimonio, se hace suposiciones con respecto a su propio papel en el matrimonio así como el papel de su cónyuge, y se sorprende o se enoja cuando de repente surge en él o ella otras suposiciones, valores o formas de actuar que no se había imaginado. Para disminuir estas sorpresas desagradables, lo mejor es conocer bien a los padres uno del otro y dialogar ampliamente con su futuro cónyuge ante de casarse. Partiendo de las percepciones que cada uno tiene de sus propios padres y de los padres del otro en determinados campos del matrimonio —por ejemplo, con respecto a las responsabilidades del esposo, las responsabilidades de la esposa, la disciplina de los niños, la forma de enfrentar problemas eu news china familiares, la forma de tornar decisiones, y demás— se pueden llegar a expresar y explicar recíprocamente sus propias ideas o ideales con respecto a ellos.

Sin embargo, es normal que una relación de cariño y afecto aumente la conciencia y atracción sexual entre una pareja. Por eso, aún cuando la pareja no esté casada, por lo general se sentirá el impulso de expresar su atracción físicamente. Y demasiado a menudo este impulso instintivo los lleva a los besos, a las caricias y a los demás juegos sexuales y finalmente al acto sexual fuera del matrimonio.

En cuanto a su consorte, la actitud más constructiva hacia él o ella es la comprensión y la aceptación incondicional, el aceptarle y amarle como es, buscando darle vida de la forma que él o ella más la aprecie. ‘Abdu’l-Bahá aconsejó a una señora que sufría mucho con su marido:

“De la fusión de dos almas, una tercera entidad sutil nace, aunque invisible e intangible en la tierra, es el alma compuesta de dos amantes.

“Bajo tales circunstancias el Maestro solía pedir a los amigos ser abundantes en su amor y voluer8e excepcionalmente obedientes a sus esposos.

En toda consulta lo más importante a recordar es el espíritu en que debe ser llevada a cabo. ‘Abdu’one-Bahá recalca:

Si un hombre está infundido con todas las buenas cualidades pero es Moiísta, todas las otras virtudes se disminuirán o se acabarán y después de un tiempo él llegará a ser mucho peor.” 12

A través de los comentarios y percepciones de su consorte, cada uno puede ganar nuevo conocimiento y desarrollar una nueva forma de entender un pasaje.

Para facilitar el desarrollo espiritual en su propia vida, antes de todo hay que desearlo, anhelarlo con todo su corazón y alma. Este mismo deseo será el imán que atraiga las confirmaciones divinas, a la vez que le motive a esforzarse siempre más para poner en práctica las cualidades espirituales.

Por lo tanto, es importante recordar que la expresión de los impulsos sexuales, por fuertes que estos sean, puede ser controlada, y, que los besos, las caricias y aún el acto sexual en sí no son necesariamente ninguna prueba de amor. Por el contrario, pueden tener, muy poca o ninguna relación con el amor verdadero.

Aunque esta situación pueda parecer desalentadora, en realidad sirve como un gran estímulo para el progreso espiritual de cada cónyuge, si uno sabe estimarlo así.

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